Un vaso,
al frente veo un vaso transparente.
Me acerco,
camino,
lo observo a corta distancia,
le regalo mis pupilas silenciosas.
Lo envuelvo con mi mirada
circadiana.
Un vaso,
de lado veo un vaso medio vacío.
Doy dos pasos hacia él,
lo alerto con mi dedo índice,
despierta mi sonrisa,
lluviosa,
se eriza mi piel.
Un vaso,
al frente veo un vaso lleno
de poemas
que arrastran el mar
hasta la orilla.
La arena guarda el secreto
de conchas y sirenas.
Escucho.
Un vaso,
en mis manos un vaso cubierto de espuma.
Un sorbo.
Un vaso y el mar.
El mar en mis manos
[Dedicado a Rocío Prado]
Héctor Tronchoni
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