Hoy llamó la infancia a la puerta,
desprendiendo su aroma particular,
acicalada con colores vivos,
tornasol de la tierra.
Hoy llamó la infancia a la puerta,
cubriendo de tierra sus manos,
siembra que une la paz fragmentada.
Hoy llamó la infancia a la puerta,
evocando el sabor del crepúsculo
sentado sobre la banqueta.
Hoy llegó la infancia a la puerta,
despertando la niñez con la sabiduría,
lluvia que encaja la tierra y la semilla,
despertar germinando.
Hoy llegó la infancia con un recuerdo
entre sus manos labriegas.
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