Empieza a llover.
Apenas unas gotas de lluvia
dibujan corazones sobre el asfalto.
Sientes el escalofrío
que trae el viento
sobre tu cuello.
Encoges tus hombros
y escuchas el timbre
de la casa de un amigo.
Una voz te invita a pasar.
Frente a ti, una fachada vieja,
quebrada;
tras ella, el Sabio Olvido.
¡Adelante!
Héctor Tronchoni
En "La casa del olvido"
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